Una bestia no tan mala
La Bestia es uno de los personajes principales de La Bella y La Bestia, uno de los dibujos animados clásicos de Disney más populares. Esta historia tiene muchas versiones, pero esta caricatura está adaptada más particularmente de la versión del siglo XVIII de Jeanne-Marie Le Prince De Beaumont. Cuenta la historia de un príncipe joven, guapo y arrogante que se ve transformado en una horrible bestia por una anciana después de que se niega a abrirle la puerta de su casa durante una tormenta eléctrica. Esta maldición no se levantará hasta el día en que logre hacerse amado de esta forma. Años más tarde, el personal del castillo, también bajo la maldición y transformado en varios objetos, abre la puerta a un hombre durante una tormenta. La Bestia es feroz y lo toma prisionero. Luego llega su hija que se ofrece a tomar el lugar de su padre y convertirse en sirvienta. Pero Bella es una joven dulce, inteligente y compasiva y eventualmente se apegará a la Bestia. A partir de ahí, los habitantes del castillo harán todo lo posible para acercarlos, viendo que existe la posibilidad de romper la maldición.
La bestia y los pájaros
La Bestia está representada aquí cuando abandona el castillo en invierno acompañada por Bella. Observan pequeños pájaros sobre el hielo que finalmente se posan sobre su brazo y sus cuernos. Por eso encontramos su atuendo con pantalón negro, túnica blanca y cinturón celeste, lucido con una gran capa azul oscuro, su color favorito. También podemos ver sobresalir sus patas ganchudas y su cola. A la altura de la cabeza encontramos, pues, este rostro tan particular, una mezcla de varios animales: sus colmillos de jabalí, su cara peluda y sus cuernos de cabra, todo muy bien reproducido en cuanto a texturas. Como en esta famosa escena, la Bestia sostiene en sus manos un pajarito azul con colores brillantes y otro amarillo se coloca en su cabeza. Muestra que incluso estas frágiles criaturas no le temen y no se preocupan por su aterradora apariencia para tantos otros.
