Esta figura no está inspirada en un personaje de gato en particular, sino en la raza en general, como todas las figuras de esta serie de “pedos”. El siamés es originario de Tailandia y se remonta al menos al siglo XIV. Tomaría su nombre del hecho de que sería la raza de los gatos sagrados de los templos de Siam. Cuenta también una leyenda que sería por el contrario los gatos que los reyes de Siam regalaban a los británicos diciendo que eran sagrados para que no se acercaran a los gatos que en realidad eran sus favoritos.
Encontramos los colores característicos del gato siamés con un pelaje claro y puntas marrones o incluso casi negras. Se le representa sentado con la cola hacia un lado en una actitud muy digna acorde con la elegancia de este gato. A la altura de la cabeza, encontramos estos ojos azules brillantes típicos de este gato así como sus orejas particularmente grandes, todas negras y rosadas por dentro.